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¡Hasta pronto, amigos!

jueves, 31 de julio de 2014

Toallas, bañadores, gorra, protección solar, cubo, palas, etc... Pues sí amigos, ha llegado el tan ansiado verano y con él las tan esperadas vacaciones.

En Llámamemamá nos merecemos un descanso. El próximo dos de agosto hará seis meses que me embarqué en la trepidante aventura del mundo 2.0. ¡Seis meses ya! ¿Cómo pasa el tiempo tan rápido?

Cada lunes y jueves desde entonces se han convertido en una aventura, en un parto distinto, en una anécdota, una ilusión. Pero un descanso, a veces no viene mal, nada mal.

No creáis que me voy a olvidar de vosotros, para nada. Podéis seguirme en Facebook y Twitter (@llamamemama) donde os contaré todos los detalles de mi aventura veraniega. Tiendas de ropa para nuestros pequeños, actividades con niños, y mis primeras vacaciones como mamá. El mes de agosto será diferente, pero igual de especial.

Y lo mejor de estas vacaciones es volver con las pilas cargadas. En septiembre nos esperan post muy interesantes. Entrevistaremos a los profesionales del Hospital Doce de Octubre de Madrid, que nos informarán sobre la gran labor que desarrollan con el banco de leche materna. Descubriremos, gracias a veterinarios, la importancia de los animales en el crecimiento de los bebés. Hablaremos con mamás de familia numerosa, y lo que todos estabais esperando, volverán ¡Los partos!

En fin, no os entretengo más, que seguro muchos ya estáis disfrutando del mar o la montaña, del placer de hacer muchas cosas o  simplemente de no hacer nada. Disfrutad al máximo de cada segundo y no dejéis de seguir a Llámamemamá.

¡¡Un beso a todos!! ¡¡Feliz verano!! ¡¡Nos vemos en septiembre!!





Aquella que no debería llamarse mamá

lunes, 28 de julio de 2014

Me contaba ayer una amiga algo que había ocurrido, y que sin duda, me horrorizó.

Hace poco, escuché en las noticias que una mujer, porque no se le puede llamar madre, había abandonado a su bebé de apenas cuatro meses en su coche, al sol, provocándole una insolación.

Me llevé las manos a la cabeza y respiré hondo para evitar soltar alguna barbaridad por esta boquita que Dios me ha dado.

Pero como os decía, esta amiga me hizo remover esos sentimientos de odio hacia ese tipo de actos. Ella estuvo presente, ella fue quien llamó a la Policía para alertar del llanto del niño.

Salía a un descanso del trabajo y pasó al lado del coche en cuestión. De repente, algo llamó su atención. Un llanto desconsolado provenía del interior del vehículo y parecía que no había nadie más con él. Se acercaron a la ventanilla trasera, por la cual descubrieron un cuerpo totalmente tapado con una manta.

La 'madre' debía haberle puesto por la cabecita dicha manta, pero el bebé en su intención inútil de quitársela, se había tapado entero.

Mi corazón se encogía según mi amiga narraba el suceso. 

Rápidamente llamó a la Polícía que llegaron de inmediato al lugar. El coche se encontraba a pleno sol y todo corría en contra del pequeño. De repente, el llanto desolado y desesperado se silenció. 
¿Qué pasaba? La Policía rompió el cristal trasero y lograron sacar al bebé que se hallaba inconsciente y deshidratado. Su vida estaba en peligro. Su cuerpo se encontraba a 43º de temperatura.

El Samur intentó reanimarle metiéndole debajo de un grifo de un comercio cercano, pero el niño no reaccionaba. Le pusieron en el suelo de la tienda y el frío de las losas empezaron a devolverle a la vida.

La 'madre' llegó bastante tarde al lugar, había dejado un par de horas al niño, a pleno sol, para hacer unos recados. ¿Quién va a pagar las ventanillas rotas?- Esa era su única preocupación.

Desde que me lo contó mi amiga, no he podido dejar de darle vueltas al asunto. Hay personas que no merecen el privilegio de llamarse madres, ni si quiera de considerarse humanos. Madre es una de las palabras más importantes del mundo y no debe tenerlo cualquiera que no haga un uso correcto y responsable de ello.

Tengo esa imagen en la cabeza. Mi hijo, lo que más quiero, la razón de mi existir, ha estado nueve meses en mi interior, y no dejaría que nada le pasase. Pienso en ese inocente y dulce bebé, tapadito, asado de calor, pendiendo su vida de un hilo porque su 'madre' tenía que hacer recados, y se me parte el alma en trocitos.
Valiente mi amiga, y valientes los que allí estuvieron y no le dijeron a aquella 'persona' cuatro cosas bien dichas, (supongo y espero que la Justicia será quien lo haga), pero yo...Yo no se si me hubiese podido contener. 

No estuve allí, pero me invade la rabia porque estas cosas tan desagradables ocurran. Hay tantas y tantas parejas deseando con todas sus fuerzas tener un hijo al cual mimar, cuidar y sobre todo proteger que siento dolor de que alguna 'afortunada' de llevar en sus hombros la palabra MAMA no sepa custodiarla y usarla como merece.

Quería compartir con vosotros como me siento desde entonces, cuánta repugnancia hacia este tipo de actos hay en mi interior. Un niño es lo más inocente, débil y preciado del mundo y sólo merecen ser amados y criados desde el corazón.

(Quizá estoy un poco sentimental), pero seguro que al leer esta historia, habéis entendido lo que pienso, y seguramente, con sólo imaginarlo habéis podido sentir lo mismo que yo.

Foto: Google.es

Llámamemamá recibe el premio Lovely Blog Awards

jueves, 24 de julio de 2014

Aún no me acostumbro a esto de recibir premios, pero me parece tan especial, tan personal, tan de que te demuestren el cariño a tu trabajo, que me emociona.
Me emociona saber que ahí fuera hay gente que se molesta en 'gastar' preciados minutos en adentrarse en mi mundo.

A veces dudas, lo haré bien, lo haré mal. Soy consciente de que hay post más llamativos, emotivos y otros quizá más cotidianos, pero todos hechos con el mismo cariño y dedicación.

Este premio lo he recibido por dos mamás bloggers. Por un lado, Gololo&Toin y por otro, Tusnannytips. Esto no hace nada más que reafirmarme en la idea de la importancia de las redes sociales, de la interrelación entre personas desconocidas, pero con inquietudes similares.

Muchas de vosotras no os conocéis físicamente, pero habéis sonreido, o quizá soltado alguna lagrimilla juntas. Esto es la magia de Llámamemamá.

Por este motivo y por muchos más, sólo puedo daros las gracias por estar ahí. A las que estáis cada lunes y jueves, a las que me leéis en cualquier ratito, a las que sois madres y a las que no. A las embarazadas que poco a poco vais conociendo a vuestros bebés.

Gracias por compartir momentos tan especiales e íntimos con nosotros. Por no dejar de comentar, incluso pocos días después de haber dado a luz. Sois mis heroínas.

Y aquí lo tenéis, este premio tan dulce es para todos vosotros.




Aceptar este premio lleva consigo contestar a estas entrañables preguntas, que también hacen que me conozcáis un poquito más. ¡Ahí van!

1. ¿Qué te llevó a crear el blog?

Ser madre y periodista a veces puede resultar una bomba explosiva. Supongo que la necesidad de compartir todas mis vivencias y sentimientos fue lo que hizo que la balanza se inclinase del lado del blog.

2. ¿Qué te aporta tener el blog?

Pues como antes he dicho, me aporta gente. Gente de todo tipo y de cualquier parte del mundo y eso me enriquece, como persona, como profesional y como mamá.

3. ¿Cuál ha sido el post de tu blog que más éxito ha tenido?

Hay varios, uno de ellos fue quizá el más especial, mi parto. Pero también compartí protagonismo con el pequeño Luca y el nacimiento y primer parto, de Clara.





4. ¿Cómo te definirías?

Pues quizá suena regulín definirse a uno mismo, pero lo intentaré. Extrovertida, amiga de mis amigos, inquieta, observadora, parlanchina y romántica.

5. ¿Dónde nace tu inspiración para seguir con tu blog?

Nace del día a día. De las cosas cotidianas, esas que les ocurren a la mayoría de las madres, que unas callan y otras cuentan, pero que son esas pequeñas cosas que nos indentifican como mamás verdaderas, o mujeres simplemente.

6. ¿Qué es lo más complicado de tu trabajo como blogger?

Lo más complicado, yo diría que sacar tiempo para publicar dos veces en semana. Hay momentos que estreso, que me da pánico no estar a la altura. He escrito estando con fiebre, y casi sin poder teclear, pero no puedes fallar a tus lectores, sean uno o miles. 

7. ¿Cuándo algo no sale como esperas, lo dejas por imposible o no paras hasta conseguirlo?

La verdad es que siempre consigo lo que me propongo. Es amor propio. Las cosas en la vida se logran a base de esfuerzo y sacrificio y yo lo he hecho.

8. ¿Qué es lo que más ilusión te hace de recibir este premio?

Lo que más ilusión me hace es recibirlo de otras mamás bloggers, sin duda.


Y con esto y un bizcocho...¡Gracias de nuevo a tod@s!






¿Hotel o apartamento?:Primeras vacaciones en familia

lunes, 21 de julio de 2014

No sé para vosotros, pero para mi encontrar vacaciones cada año se convierte en misión imposible.

Después de casi un mes de pensar, buscar, reservar, cancelar, y volver a pensar ¡Nos hemos decidido!

En un lugar de Almería, de cuyo nombre... Ahora en serio, al final, después de mucho debatir, ¡Lo tenemos!
¿A vosotros os pasa lo mismo? Quien me conoce, sabe que todos los años se convierten en una odisea de intrépida búsqueda de destino. Este, con el pequeño, aún más.

Decidimos que avión no. Pensamos que de momento probaríamos por la costa de la Península donde hay playas buenísimas.
Queríamos sol, por lo cual descartamos el paraíso del norte, aquel que sólo por su gastronomía y gente te conquista, pero que el agua...lo del agua es otro cantar.

Teníamos claro que buscábamos algo a pie de playa. Como ya dije en otro post, me veía con la sombrilla, el carro, las toallas, la bolsa, la piscina, el flotador, y 'debajo' de todo ese guirigay, mi hijo.
Así que comenzamos a descartar todo aquello que se encontrase a más de 300 metros de la playa.

Y después de hacer la primera criba pensamos: ¿Hotel o apartamento?

Barajamos todas las ventajas e inconvenientes de ambas:

Apartamento

Ventajas: La estancia es mucho más amplia, libertad en la cocina, una nevera con un congelador muy útil para purés y lo mejor de todo es que los horarios los marcas tú.

Desventajas: Al final no desconectas de las labores del hogar. Preparar comidas, hacer la compra, limpiar, recoger... En ocasiones no dispones de piscina y eso para muchas personas puede ser un handicap.

Hotel

Ventajas: Te olvidas por completo de la casa. Comida preparada y habitación recogida en cuanto subes de la playa. La mayoría se encuentran cerca del mar y del paseo marítimo. Para los más peques, destacar la animación infantil.

Desventajas: No dejas de estar en una habitación. Con bebés, la cosa se complica a la hora de las comidas. Cargar provisiones de purés preparados y potitos. Para las que sólo dais teta, esto no es ningún problema para vosotras, el alimento, por suerte, lo lleváis allá donde vais.

Total, que una vez sopesado pros y contras nos decidimos por el hotel. Buscábamos una bonita playa, con poco viento, sin demasiado calor, y no estoy cien por cien segura de haberlo conseguido, pero de lo que no me cabe ninguna duda es de que todo, no se puede.

Una vez contratado hotel (menudo peso nos hemos quitado, ufff...) llegan los preparativos. Reconozco que sólo pensar en lo que va a disfrutar mi pequeño con su primer chapuzón playero, me emociono. Hace poco, en casa de una prima, descubrió el césped y ¡Vaya cómo se lo pasó! Lo miraba, lo arrancaba, lo acariciaba, así que me muero de ganas de ver si le gustará la piscina o la playa.

Cual madre loca por esas primeras vacaciones en familia, me dirigí a una conocidísima tienda de 'Toys' y procedí a recorrer el pasillo de piscinas, colchonetas, juguetes acuáticos y demás cachibaches veraniegos. Me decanté por unas piscina (aquí os la muestro) en forma de abeja (os habréis dado cuenta de que la relación de mi hijo con las abejas es muy estrecha) que tiene un parasol, perfecto para esos días donde Lorenzo aprieta con ganas. Además, y asesorada por las 'Súper mamis' no dudé en añadir a mi carrito ese genial flotador que estoy segura hará las delicias de mi pequeño. El rey de la pisci, sin lugar a dudas.





Tened en cuenta, si decidís hotel, que no sea uno de esos tan modernos que ya no aceptan niños. Suena fuerte, ¿Verdad? Pues en nuestra búsqueda encontramos varios, que decepción, aunque lo cierto es que puede llegar a ser comprensible.
Hay hoteles que ofrecen cunas gratuitas para bebés. Quizá prefiráis llevar la vuestra, pero es bueno saberlo ya que muchas veces evita ocupar ese hueco en el coche, que sin duda, es imprescindible.

La mayoría de los hoteles disponen de piscina para niños y servicio de animación. Viajar en familia supone buscar alternativas para todos. Desde pasar un buen rato en el hotel, a incluso actividades acuáticas para los mayores, o si es posible, compartirlas con los pequeños.

De lo que estamos seguros es que de las primeras vacaciones en familia siempre nos acordaremos. Cada descubrimiento, cada nueva aventura en la arena, en el mar, en la piscina supone observar cómo conocen el mundo, como son felices con esas pequeñas cosas, que a veces los adultos dejamos pasar desapercibidas.

Y vosotros, ¿Ya sabéis cómo vais a pasar vuestras vacaciones?

¿Mamá histérica o simplemente mamá?

jueves, 17 de julio de 2014

Jolines, mira que no me gusta mucho el titular de este post, pero poco a poco reconozco que me he vuelto tremendamente miedosa.

Las que ya sois madres, me diréis que es normal 'bla, bla bla, bla...' Que a toda primeriza que se tercie, el instinto obsesivo-compulsivo por el bienestar de primer hijo es lógico ( lo del segundo, ya es harina de otro costal). No es que importe menos su seguridad, es que nacen casi enseñados a que no podemos perder nuestro preciado tiempo en  coscorrones, caídas y demás 'pretextos' para llamar nuestra atención.

La realidad es así de cruda, queridos hermanos pequeños. Y si el segundo nace enseñado, el tercero, el cuarto...casi casi se cambian los pañales solos. Es ley de vida.

Pero a lo que iba, que no me quiero desviar. Poco a poco, y cada día que pasa noto que me ocurre más, tengo un sentimiento extraño, de temor, a que pueda pasarle algo. Se que este no es un tema que nos divierta, ni es un post lleno de felicidad, pero quizá, y estoy convencida, todas las que sois madres me entendéis.

La verdad es que probablemente sea en este preciso instante cuando te das cuenta de la responsabilidad en la que te embarcas cuando decides tener un hijo. De pequeña, y gracias a mi madre, aprendí que hay muchas cosas que se nos escapan, que no dependen de nosotros, de los adultos.

Tendemos a responsabilizarnos de todo, de si se caen, de si se hacen daño, de si no duermen, de si no comen, de si se atragantan, de si se meten una canica por la nariz (nada raro)... De si, de si...Y no pararía jamás.
Mi buena madre, (seguro que leerá esto y se sentirá muy contenta de que aprendiese la lección) una vez, tras un 'sustillo' (dejémoslo ahí) que me dio mi hermano, me ayudó a entender que el destino es sabio, y debemos creer en él.
Podemos estar pendientes a cada segundo de los pasos de nuestros pequeños, pero obviamente no estamos las 24 horas del día con ellos, por lo que hay cosas inevitables, pero que lejos de sentirnos culpables, debemos asumir como padres que somos.

Últimamente en las redes sociales aparecen niños enfermos, con malformaciones, etc... Y no es que no quiera ver la realidad. Soy consciente de ello y de que estas cosas por desgracia ocurren, pero lejos de producirme el sentimiento que pretenden, me asustan.
Me asustan mucho. Me produce pánico pensarlo, y por ello no creo necesario tener que dar a likes cada vez que sale una fotografía, o compartirla. Todos somos conscientes de la cruda realidad.

Habrá quien no entienda mi postura, y por supuesto lo respeto, pero supongo que cada uno afronta la vida a su manera.

No quiero ponerme sentimental, ni mucho menos. Sólo compartir con vosotros cómo me siento. Hace poco, una mamá de un bebé de cinco meses, me decía que tenía temor a que se atragantase. No sabía si sabría reaccionar ante tal situación, y de algún modo, le angustiaba pensarlo. Mi respuesta fue clara. Por supuesto que si, dado el caso (ojalá nunca se de) te ocurre, tu instinto te guiará.

Siempre manteniendo la calma, claro está (y recordando el post de Llámamemama '¿Cómo actuar ante una emergencia con nuestros bebés?')  . Somos animales protectores de nuestros cachorros y la naturaleza es asombrosamente inteligente. Aún no estoy preparada para contar aquello que me ocurrió con mi hermano y que sin duda me ha marcado para siempre, pero os diré que con apenas quince años supe reaccionar. Supe plantar cara a una situación en la que mi reacción, y sólo mi reacción, pudo salvarle la vida.

Pero ser madre, de verdad te hace fuerte. Poco a poco ese instinto animal crece, y aprendes a comprender que hasta cierto punto podemos interferir en sus actos, pero que otra parte depende cien por cien del destino, que por supuesto, está escrito.

¿Os sentís identificadas conmigo? No es necesario que sea un sentimiento únicamente materno/paterno- filial, si no con algún familiar, amigo, etc...

Por cierto, y ya que viene muy al caso, hace un par de días, nuestros amigos de Mitosyl, han querido ponernos la vida más fácil a esas mamás estresadas por las caídas, los moratones, los golpes (yo estoy en esa fase dónde empezar a andar supone besar suelo más de una vez) y nos han mandado su nuevo producto Gel de Árnica.

Aviso a las torponas como yo, también vale para mayores. Este producto sirve para combatir y aliviar los dolores de moratones, chichones, y cardenales que surgen del proceso que más les gusta a los pequeños ¡Jugar!
Esta compuesto por ingredientes naturales como el extracto de flor de árnica y la camomila. Es una solución natural, práctica y eficiente.  Su precio en farmacia es de 6,50 euros (15 ml).

Yo desde ¡Ya! Lo llevo en la mochila - abeja de mi pequeño. Creo que a partir de ahora...Empezará a ser muy útil en mi día a día.

Foto: Llámamemamá.es

Pasito a pasito hacia la felicidad

lunes, 14 de julio de 2014

Convertirte en madre, es lo que tiene.

Al principio comparas embarazos, luego comparas partos y por último comparas todos y cada uno de los progresos de tu bebé.

Os aviso que es inevitable, creo que es algo innato en el papel de madre y que nos acompañará para el resto de nuestros días.

Cuando tienes amigas a tu alrededor con bebés de más o menos la edad del tuyo, la cosa se dispara. Pero, si he decidido hacer este post es para tranquilizar a todas las futuras mamás y advertirles de que cada niño lleva su ritmo.

Aquellas que ya no sois primerizas, me daréis la razón. Sabéis que cada embarazo es distinto, cada parto es diferente y por supuesto, que ningún niño se parece a otro.

No podemos nunca comparar, porque en ciertas edades, puede llegar a ser una frustración.
Primero nos fijaremos en el peso. Parece una tontería, pero los primeros meses se convierte en una auténtica obsesión.

Cada semana nos dirigimos cual madre desesperada a la farmacia más cercana para comprobar con nuestros propios ojos que el peso va en aumento. ¿Y si no es así? ¡Ay de nosotras si no es así! Comenzamos la ¡Operación cebada! Aquella en la que aumentamos dos rayitas las medidas del bibe, o en lugar de mamar sólo de un pecho le endiñamos los dos.
Todo por conseguir la satisfacción de que engorden más rápidamente.
Hay niños más largos, más cortos, más gordos y más delgados, cada uno crecerá a su ritmo, sólo hay que ser pacientes.

Después nos agobiaremos con los dientes. ¿Ocho meses y no tiene dientes? Tranquilas, el día menos pensado asomarán como pequeños alfileres blancos ansiosos por morder todo lo que se ponga por delante. Os aconsejo, sin abusar, pero puede ser de gran ayuda, tener cualquier pomada calmante para primeros dientes. En mi caso, he usado Nani predental. Compré Mitosyl dental, pero aviso que no es apto para alérgicos a la proteína de leche de vaca.
Por supuesto, congelar los mordedores es una opción súper práctica,barata y resolutiva.
La genética influye también. Si fuisteis prematuros con vuestros primeros dientes, es muy probable que vuestro bebé siga los mismos pasos. Al igual que si os costó dicho proceso, puede que a vuestro hijo también, y esto lo corroboro.

Mi niño no gatea, ¿Y el tuyo?

La verdad es que nos pasamos el día observando cada progreso de nuestro hijo. Por pequeño que sea, nos parece espectacular, y aunque no lo creáis, nuestro nivel de exigencia aumenta por segundos.
No todos los niños siguen el mismo ritmo. Gatear no es cosa de todos.
Hay quien se arrastra, quien gatea para atrás, quien directamente pasa de suelo y comienza un buen día a andar. Tarde o temprano llega el momento, pero cada uno se toma su tiempo.
Al igual que para hablar, los hay más charlartanes (de esos que gritan, pa- pa, ma-ma, pa-pa, ma-ma) o simplemente los hay que lo de hablar no va con ellos.

Cuando empiezan el colegio, empiezan los cambios. La personalidad de nuestro hijo o hija se acentúa y nos embarcamos en el reto de conocerles como personas. No todos los niños aprenden a leer o a escribir con la misma rapidez. El estudio es una de esas fases donde nuestra preocupación aumenta. Queremos que estudien pero es bueno saber diferencias lo que queremos para ellos de lo que quisimos para nosotros años atrás. A veces resulta evidente cuando los padres pretenden que sus hijos ocupen aquella vocación frustrada que les marcó para el resto de sus vidas, olvidándose de lo que verdaderamente desean sus pequeños.

Nos empeñamos en que vayan a fútbol, ballet, natación, tenis, a veces sin preguntarles (quizá por miedo a lo que puedan responder). Hablamos con otras madres orgullosas de sus logros (que se traducen en los nuestros), y nuestro hobbie no es otro que el de insistirles en mejorar. No vale ser el número dos.

Aunque esto lo sabemos, no podemos por menos que comparar.

Queremos que nuestro hijo sea el más fuerte, el más rápido, el más guapo, el más listo. El que más habla, el que menos grita, el que más estudia, el que más trabaja, el que más gana, el que mejor vive. Queremos simplemente que sean perfectos. Y eso, desgraciadamente no sólo es imposible si no que además sería aburrido.
Cargarse de paciencia, disfrutar de cada avance, premiarle con los logros y aconsejarle en el camino.
Nuestra meta como padres, y en eso estoy segura que por mucho que comparemos todas llegaríamos a la misma conclusión, no debe ser otra que por ellos mismos y con nuestro respaldo, alcancen la felicidad.



¡Pon una doula en tu vida!

jueves, 10 de julio de 2014

Hasta hace relativamente poco tiempo no tenía ni idea de que existiese la figura de la doula.

Todo comenzó al poco de quedarme embarazada, viendo un programa de televisión (en esa época toda información sobre bebés era poca), oí por primera vez esa desconocida palabra.

¿Y qué o quién es realmente? 

Por lo pronto, descubrí que es una persona que se encarga de aconsejar y ayudar a los padres durante no sólo los primeros días en casa, si no también en la preparación al parto.

Voy a ser clara y sincera. Estando embarazada, ves este tipo de programas y te vuelves loca, ¡Qué mimo! ¡Qué delicadeza!
Te enseñan como engancharte al bebé los primeros días al pecho, te aconsejan cómo arrullarlo, cómo has de cuidarte... Todo te parece poco para cuando llegue tu día.

Sin embargo, pasan los meses, das a luz, y hace pocas semanas descubro que este tan especial programa ¡Ha vuelto!

Obviamente, decido verlo, más que nada porque me trae tiernos recuerdos de mi espera, y porque me devuelve a aquellos días donde la ignorancia era partícipe de mi viaje hacia la maternidad.

Y si, descubro varias cosas.
Por un lado ahora lo veo como madre, no como embarazada, con lo cual mi punto de vista y de sensibilidad han variado bastante.

Lo que antes me parecía tierno, delicado, bonito, ahora me parece un auténtico rollo repollo, lo siento.
He visto el espacio varios días para saber si variaba, pero nada. Nada de nada. Pecho, enganche al pecho, más pecho, agua mineral promocionada, más pecho, y ya si eso pecho.

Me pareció bastante aburrido y monótono, además de que el papel que juega la 'doula', en este caso (digo en este caso únicamente) es francamente liviano.
Ahora que soy madre, espero cosas mucho más importantes que seguro podrían enseñar a futuras mamás, tales como el aseo correcto del bebé, hablar un poco también de la preparación de bibes y los distintos tipos de alimentación, ejercicios para fortalecer la musculatura del recién nacido, trucos para que puedan conciliar el sueño...
Igual soy un pelín exigente (os he avisado que lo veo con las gafas de madre puestas), pero hay millones de casuísticas que podrían tratar y no limitarse a pecho, pecho, agua, pecho.

¿Es importante la figura de la 'doula'?

No podemos negar que las últimas semanas antes de dar a luz el pánico nos invade. Estamos nerviosas, nos asusta el momento parto, cosas que pueden fallar, productos que nos quedan sin comprar, pero bajo mi humilde opinión creo que todo es superable. TODO.
No os digo nada los primeros meses. Caos total. Pero ahora que yo ya he pasado ese trámite de conocernos como madre e hijo, puedo certificar y certifico, que la naturaleza es increíblemente sabia. Adquieres paciencia, sabiduría, temple, aprendes a relativizar, a serenarte. Es que todo fluye poco a poco.

Desde luego no esperéis sentiros así los primeros dos meses. Pero tomaros vuestro tiempo y veréis que poco a poco nadie tendrá que deciros cómo debéis coger a vuestro bebé, ni cómo debéis colocároslo al pecho, ni cómo debéis prepararle un biberón, ni a qué hora debe dormirse. Vuestro instinto guiará los pasos, os lo aseguro.

Pero sin perder el hilo del programa, hace un par de semanas lo vi. Y cuál fue mi sorpresa cuando un matrimonio y creo recordar que sus ¡Cuatro hijos! (valientes, sin duda), daban la bienvenida al quinto de la familia. Yo, en mi sofá, con mi bebé revoloteando por el suelo, pensaba ¿En serio una madre con cinco hijos necesita que una doula le de consejos?

Perdonad mi ignorancia, de verdad, pero me cuesta creer que esa madre no sea capaz de escribir el primer tomo del libro de la maternidad. Y ahí estaba, dejándose guiar en su insistencia a dar el pecho a su bebé. Lo he dicho muchas veces, respeto todas y cada una de las opciones de criar a nuestros hijos, porque nadie es quien para juzgar a nadie, pero yo os aconsejo no obsesionarse con la lactancia materna.

De pronto, vi estupefacta cómo le colocaba un 'biberón' colgado de un pecho mientras unos 'cables' se ajustaban al pezón, de esta manera si el bebé succionaba levemente, la leche circulaba, se alimentaba y al mismo tiempo estimulaba el pecho materno.
De verdad, alucinaba viéndolo. Es muy lícito, y quizá a esa mamá le hizo muy feliz sentir que 'daba' de mamar a su bebé mediante ese instrumento, pero me parecía bastante más artificial que darle directamente un biberón.
Si alguien vio el programa, sabrá que el pequeño había nacido con bajo peso y tras no poder dar de mamar de manera natural a sus otros hijos, decidió recurrir a la doula para que le ayudase.

Sinceramente, ojala esa madre ilusionada haya conseguido alimentar a su bebé con su pecho, porque se notaba que nada le hacía más feliz que superar esa barrera. Y desde aquí, si lo lee, yo le diría, ¡Qué más da si finalmente él quiere bibe! Has sido capaz de dar a luz y criar a nada más y nada menos que ¡Cinco hijos! Dios mío, creo que eso si que es un verdadero reto conseguido.

Foto: Google.es

Mi primera reunión de padres

lunes, 7 de julio de 2014

Ufff... Escribir este post es como reconocer, 'Si, soy vieja, he crecido'.

Nunca me había parado a pensar en este momento, pero como todo en esta vida, llegó. En septiembre el pequeño empezará la guardería (se nos hace mayor) y como consecuencia ya ha llegado la primera reunión de padres.

Y ahí estábamos, mirándonos, incrédulos aún de pensar que ya nos tocaba ejercer desde el otro lado de la barrera.

El primer paso de este proceso fue eligir el centro. Estuvimos viendo guardes públicas y guardes privadas. Comparamos precios, metodología (no es que seamos especialmente exigentes, pero nos gusta la implicación de los profesionales). La verdad es que durante toda esta mini 'investigación' nos hemos llevados distintas sorpresas, para bien, y también para mal.

1. Lo primero que nos sorprendió es que una guardería pública pueda llegar a ser más cara que una privada (aquí insertaría emoticono de asombro). En la Comunidad de Madrid recibes cien euros de ayuda por llevar a tu bebé a una guarde privada, por lo que el resultado es que nos salía diez euros más barata que en la pública.

2. Fuimos a visitar varias guarderías privadas y nos sorprendió la antigüedad de las instalaciones. De hecho, a una de ellas había ido yo y seguían teniendo las mismas perchas, las mismas cunas...No me convenció. Sin embargo, en la pública que vimos todo era nuevo, atractivo, lleno de dibujos, colores, de libros, nos convenció.

3. Idiomas. Aquí reconozco que gana la privada. Para nosotros era básico y fundamental la introducción del inglés es su vida escolar. En la privada, contaban con dos horas semanales con profesores nativos que se encargaban de impartir mediante canciones y juegos, cada clase.
En la guardería pública, cuentan con media hora de inglés diaria, pero sin profesor nativo. Puede parecer una tontería, pero era algo que me hubiese gustado tener.

4. La metodología del aprendizaje mediante el juego me encantó. Soy de las que piensa que el juego constituye la adquisición de memoria, la puesta en marcha del conocimiento de una manera dinámica y divertida. ¡Ya habrá tiempo de ponerse serios! Pero de momento, es ¡Hora de jugar!

5. Atención temprana. Me alegró saber que hoy en día forman parte del crecimiento de nuestros hijos, ya sea privada o pública. La detección a tiempo de cualquier anomalía en el desarrollo de los bebés ayudará a su corrección antes de la edad infantil y a comenzar con el tratamiento correspondiente. A veces, los padres nos ponemos una venda, a sabiendas o no, que nos impide ver que algo está pasando en el mundo de nuestros hijos. Especialistas, ya sean logopedas, psicólogos y fisioterapeutas velan por ayudarnos a ver esas pequeñas cositas que desde casa parecen insignificantes.
Y no es necesario irnos a problemas psíquicos o físicos, si no simplemente al hecho de que nuestro pequeño no se relacione adecuadamente, o tenga conductas distintas a las de su propia edad.

6. Otro punto negativo de la pública es que creo que realmente el Estado sigue sin darse cuenta de que muchos ¡Tenemos la suerte de trabajar! Eso significa que, puede resultar complicado asistir a una reunión a las cuatro de la tarde, o a las once de la mañana. Ir al periodo de adaptación supone pedir horas, o días, es decir, para muchos, hacer un enorme esfuerzo. Todo esto me indignó y lo digo desde aquí. Creo que todos tenemos claro que en España la conciliación entre la vida personal y laboral es prácticamente inexistente.

7. Continuando con el punto seis, resaltaría el horario de 9 a 16.00, y cuya ampliación sería de 8:00 a 17.30 (de nuevo emoticono de asombro, pero esta vez doble) ¿Cómo es posible, que yo que trabajo a 35 km de mi casa, teniendo que cruzar todas las 'Emes' de Madrid, y entrando a las nueve, pueda dejar a mi niño a las ocho? Pero lo que es peor, si salgo a las 18.00, ¿Cómo hago para recoger a mi hijo si ya tiene horario ampliado? En fin supongo que esto significa que tendría que coger una guardería privada y no podría optar a una pública. No es mi caso, pero se que al menos en Madrid, esto le ocurrirá a una gran mayoría de padres, no me cabe la menor duda.


Lo cierto es que, aunque nosotros finalmente nos decantamos por la pública, cualquiera de aquellos centros hubiesen sido perfectos para nuestro pequeño. Creo que conseguiremos el objetivo que buscamos. No que estudie, ni que sea el más listo, para eso tendrá el colegio. Queremos que conviva, que aprenda a relacionarse con otros niños, que se desarrolle como niño y que progrese en esos pequeños detalles, que a veces por falta de tiempo, los padres dejamos pasar. Creo que será su comienzo como persona, como niño y ¿Por qué no? También como futuro estudiante.

¿Qué opináis?

Foto: Google.es




Especial : 'Manual de supervivencia de la mamá viajera'

viernes, 4 de julio de 2014

Comienza el verano y con é la temida 'operación vacaciones'. Y digo temida, y lo recalco, porque no sólo el proceso consta de 'averiguar' en qué playa española plantarás tus posaderas, si no más bien de organizar ropa, calzado, artilugios varios, comidas, coche y demás.

Hace relativamente poco cayó en mis manos algo muy pero que muy interesante para todas esas mamás y esos papás viajeros que convierten en locura cada movimiento.

'Manual de supervivencia de la mamá viajera' ¿Suena bien, verdad?

Nuestra amiga Johanna Saldón del blog Mamás Viajeras, ha hecho un genial trabajo recopilando todas aquellas situaciones en las que seguro en algún momento nos hemos encontrado y a la vez hemos temido estar.

Desde cómo viajar con niños en avión, en coche o en barco, hasta divertidos trucos para hacer el camino mucho más ameno. Estoy convencida de que os resultarán familiares.

Recibirás este manual (que yo ya lo tengo y me parece muy útil) por sólo registrarte gratuítamente en la newsletter de Mamás Viajeras, donde además encontrarás un montón de sugerencias para que viajar con niños acabe siendo un auténtico placer.

Ya me contaréis qué os ha parecido, y si os ha sido de ayuda, que espero que sí.

¡Feliz fin de semana!

Foto: Mamás Viajeras

Inseminación artificial e In Vitro: Dos caminos hasta la paternidad

jueves, 3 de julio de 2014

El lunes, con el genial y especial testimonio de María, se abrió un tema complicado al mismo tiempo que común.

Habéis sido muchas las personas que os habéis puesto en contacto con Llámamemamá para darme las gracias por haber hecho ese post. Se que muchas estáis o vais a empezar con este proceso tan mágico de búsqueda y os reconforta saber que pese a todos los obstáculos que os podáis encontrar, nada es imposible.

No sabéis lo feliz que me hace saber que con estas entrevistas podemos allanar un poco el camino y dar luz al final del túnel, ¡Por que haberla, hayla!

Por eso, me he puesto manos a la obra con algo totalmente desconocido para mí.

Hace algún tiempo, y mujeres diferentes, me mostraban su deseo de ser madres, pese a ser solteras. La verdad es que en lugar de prejuzgar, decidí escuchar ( a veces viene muy pero que muy bien). Estaban dispuestas a, si llegada una edad considerable no tenían pareja, recurrir a la inseminación.

Nunca me lo había planteado. ¿Y yo qué hubiese hecho? No es que sea especialmente niñera, pero tenía claro que hijos, al menos uno, quería tener. No podía irme de este mundo sin dejar un pedacito de mí. Así que, ahora que lo pienso, probablemente también hubiese recurrido a esta opción (nosotras que tenemos la posibilidad)

Así que, dada la aceptación e importancia de este tema, he decidido dedicar este post a explicar en qué consisten dichos métodos.

Inseminación artificial

Suele ser la opción principal ya que es una de las menos agresivas. En primer lugar, se seleccionan los espermatozoides, ya sean de tu pareja o de un banco de semen y se introducen en el útero en el momento de la ovulación.
El proceso en sí, apenas dura diez minutos, y no sientes dolor.
Lo cierto, es que antes de llegar a la introducción de los espermatozoides, se estimulan los ovarios mediante progesterona, y hormonas que facilitan la concepción.

Los especialistas controlan en todo momento, mediante ecografías que el tamaño y el número de funículos es el adecuado. Cuando el óvulo comienza su descenso y queda liberado, se produce la inserción de los espermas.

Normalmente, este proceso, a las parejas que tras pasar distintas pruebas de fertilidad, se les aconseja realizarlo, se les da la posibilidad de un máximo de tres intervenciones.

El precio de la IA va desde los 400 hasta los 3.000 euros, dependiendo de si el semen es de la pareja o de un banco de la clínica ( creo que lo lógico es comparar clínicas porque pueden existir notables diferencias)

Si después de esos intentos aún no se ha conseguido concebir, entonces es cuando quizá la mejor opción sea pasar al plan B; La Invitro.

¿Qué es la In Vitro?

La principal diferencia consiste en que la introducción del espermatozoide en el óvulo se produce fuera del cuerpo de la mujer.

En este caso, los médicos lo que intentan es producir una gran cantidad de óvulos (entre 10 y 12). Como en la IA los profesionales controlan el proceso mediante ecografías vaginales y análisis de sangre.

Cuando los folículos maduran, se extraen, aunque hay que tener cuidado de no tener un exceso de folículos porque sería contraproducente.

La intervención puede durar unos quince minutos y se hace mediante una punción ovárica. El mismo día de la extracción se produce la unión entre el óvulo y el espermatozoide. Lo normal es que se fecunden entre siete y diez óvulos. Una vez comienzan a dividirse, los profesionales seleccionan aquellos embriones viables para días después ser implantados en el útero de la futura mamá.

Es conveniente saber que legalmente pueden ser transferidos un máximo de tres embriones. Lo normal es que sean uno o dos, pero por supuesto todo ello depende de la situación personal de cada mujer (veces que haya intentado la IA, incluso la In Vitro).

La In Vitro, dado el complejo proceso y sobre todo el aumento de posibilidades es más caro que la IV. Entre 3.000 y 6.000 euros es lo que viene costando. Como antes os comentaba, seguramente merezca la pena comparar clínicas y precios, porque seguro existen considerables diferencias.


La verdad es que son procesos relativamente largos, y sobre todo requieren de paciencia y optimismo. El poder de la mente juega un papel básico y fundamental. Hay que dar tiempo al tiempo y sobre todo nunca perder la esperanza.
Ser padres es una meta que para unos es más fácil y para otros quizá haya que sortear algún obstáculo, pero de lo que no hay duda es de que para todos es el objetivo que siempre merece la pena y la recompensa es lo mejor que la vida te puede dar.

¡ÁNIMO, ÁNIMO Y ÁNIMO!

Foto: Google.es


Commons Attribution 4.0 International license.

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